Enfermedad mental y empleo

Ya he hablado otras veces brevemente de las dificultades que tienen las personas con enfermedad mental en la búsqueda de empleo, pero en este post voy a centrarme más en este tema.
Aunque cada vez hay más concienciación en el tema de la discapacidad y cada vez más personas con discapacidad encuentran un empleo, no puede decirse lo mismo de las personas con discapacidad psíquica o enfermedad mental. Dicen que las personas con discapacidad física son ahora las que más oportunidades encuentran y las personas con enfermedad mental las que menos.
¿Por qué los empresarios son aún tan reacios a contratar a empleados con enfermedad mental? Básicamente por ignorancia sobre el tema, por desconocimiento de lo que son estas enfermedades y por la estigmatización que existe por culpa de los medios de comunicación, en los que a todas horas aparecen “enfermos mentales matando a sus vecinos, familia, etc.”, pero nadie cae en la cuenta de que si esto pasa es porque son personas que no tienen controlada su enfermedad, que no toman su medicación o que simplemente nunca han ido al especialista, y luego pasa lo que pasa, pagan justos por pecadores, pues son prejuicios muy arraigados que cuesta mucho eliminarlos. Dentro de las enfermedades mentales también hay algunas que son peores vistas que otras, como por ejemplo la esquizofrenia, que es sin duda la peor valorada y también podría decirse que el autismo, por considerarles como “personas raras”.
Realmente hay personas con discapacidad psíquica muy bien preparadas, con muy buenos currículums y a las que no se les da la oportunidad de demostrar su valía, su profesionalidad y todo porque tienen una enfermedad mental. Pero lo peor es la falsedad de algunos empresarios, que para no quedar mal y parecer que no discriminan, suelen alegar que la persona no se ajusta al perfil buscado o acaban diciendo lo típico de “ya te llamaremos”. Con razón muchas personas con enfermedad mental prefieren ocultar su discapacidad para que no les cierren puertas…

Me viene a la mente el caso de una persona que conocí que tenía trastorno obsesivo compulsivo. Para los que no lo sepan, se trata de una enfermedad mental en la que se tienen obsesiones y/o compulsiones, son personas muy perfeccionistas que necesitan verificar que todo está bien. Y resulta que esta persona era muy buena en su trabajo pero como era tan sumamente perfeccionista y perdía tiempo en verificar todo, pues los empresarios no querían contratar a una persona que perdía tanto tiempo, pero ahora mirando el lado positivo yo digo que esa persona seguro que nunca cometía errores, porque para eso era tan perfeccionista.
Una persona con enfermedad mental no debería ser rechazada en una entrevista o en un puesto de trabajo, pues las personas con enfermedad mental que están controladas no tienen por qué tener más problemas que cualquier otra persona.
Para combatir estos estereotipos deberían llevarse a cabo campañas de sensibilización sobre las enfermedades mentales para que los empresarios se concienciaran sobre el tema. Estoy segura de que se llevarían una grata sorpresa al comprobar que son empleados tan buenos o más que cualquier otro.

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