Buscando trabajo… Cómo abordar el tema de la discapacidad

Uno de los momentos más temidos por las personas con discapacidad a la hora de buscar empleo, es la entrevista laboral. Aquí es cuando surgen dudas y preguntas, del tipo: ¿debo hablar de mi discapacidad?, ¿debo ser sincer@ cuando hable de las cosas que puedo o no puedo hacer?, ¿y si escondo mi discapacidad (siempre que sea esto posible, claro)?, ¿querrán contratarme si saben que tengo discapacidad?, ¿me tratarán diferente que a la gente sin discapacidad?
Pero antes de la entrevista, viene el Currículum Vitae (CV). En este caso, ¿hacemos referencia a nuestra discapacidad? Hay quienes dicen que al ponerlo ya estamos dando lugar a que nos discriminen… Pero particularmente, siempre he sido partidaria de ponerlo en el CV, porque es la única manera de no encontrarnos sorpresas desagradables después.
Imaginaos que una persona con discapacidad auditiva no hace referencia a su discapacidad en el CV y le ofrecen un puesto de atención telefónica, o a una persona con discapacidad física le citan para entrevistarle en un tercer piso sin ascensor. Éstos son sólo dos ejemplos de lo que podría pasar… Yo, desde luego, prefiero ir con la verdad por delante, pues a fin de cuentas no es algo por lo que avergonzarse.
Después llegamos a la entrevista, un buen momento para hablar de nuestras capacidades y no sólo de nuestras discapacidades. Si necesitamos adaptación del puesto de trabajo debemos decirlo. Y por supuesto no crear falsas expectativas de lo que podemos o no hacer, si no podemos hacer algo (sea lo que sea) hay que decirlo. Conozco personas que, con tal de trabajar, han aceptado empleos que no podían desempeñar correctamente debido a sus discapacidades y esto, antes o después, acarrea unas consecuencias. A veces la causa de que suceda esto no son las ganas infinitas de trabajar, sino la forma de no afrontar nuestras discapacidades, queriendo ocultar o evadirnos de nuestra realidad.
Hay otro tipo de personas con discapacidades leves o que no son visibles, que directamente “pasan” de contarle al entrevistador su discapacidad. Esto no me parece bien para ninguna de las dos partes; por una parte, la persona no debería ocultar algo así (aunque hay quienes dicen que es algo privado que a nadie le importa) y por otra parte, la empresa si no sabe de la discapacidad del empleado no puede beneficiarse de los contratos de bonificación que hay por contratar a empleados con discapacidad.
Otras veces nos preguntamos cómo nos verán los entrevistadores por nuestra condición de discapacidad o cómo nos tratarán. Normalmente en los Servicios de Integración Laboral (SIL) tienen entrevistadores que están acostumbrados a tratar con personas con discapacidad, por lo que son personas que tratan estos temas con mucho respeto, aunque yo tuve una pequeña desagradable experiencia con uno de estos SIL donde me hicieron unas preguntas un tanto hirientes que no eran necesarias formular (siempre debemos estar preparados para encontrarnos todo tipo de personas), pero salvo en esa ocasión, en las demás entrevistas que fui haciendo fueron todos muy respetuosos y agradables.
Mi consejo es que, dado que nos ha tocado vivir con la discapacidad, lo mejor es no crearnos más problemas y ser sinceros con nuestro CV y nuestros entrevistadores.

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